Aldo Enrici
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CASA NÓMADA
Es un habitáculo temporal y móvil que va de un lugar a otro. No tiene
una residencia fija, sino que está desplazándose constantemente.
El nomadismo está a menudo relacionado con una forma de organización tribal o lo
que los antropólogos llaman una “sociedad segmentaria”, es decir una sociedad
estructurada en linajes, clanes, tribus.
Ejemplos de grupos prehistóricos en la región de la patagonia:
- 1 Pueblos de la costa patagónica (Canoeros): Changos, Cuncos, Kaweskar, Chonos, Alacalufes, Yaganes, Aonikenk
- 2 Pueblos de la cordillera: Chiquillanes, Pehuenches, Puelches, Poyas, Tehuelches,
Selknam.
- 3. grupos actuales en la región de la patagonia austral:
Barrios de casas de construcción rápida, que ocupan lotes de tierra de manera.
Es transitoria inicialmente, pero se desplaza por la ciudad por lo general a lugares no habitados. Habitados en este ultimo tiempo por inmigrantes Son de alguna manera inmigrantes que buscan su lugar en la tierra y no lo encuentran: una suerte de expulsados del mundo. El fenómeno se incorpora al movimiento global de inmigración hacia las urbes en búsqueda de trabajo. En la patagonia a pesar de las extensiones y disponibilidad de trabajo la tierra se ha privatizado en latifundios gigantes con un proceso concurrente de propietarios multimillonarios y ciudades que se expanden rápidamente pero dentro de un espacio limitado con un aumento de población en escala geométrica. Una ciudad patagónica se duplica en números de habitantes en diez años, aunque sin aumento, prácticamente de superficie.
DESARROLLO DEL PROYECTO
Experiencia de control
En la casilla se registrarán ininterrumpidamente, sin intermitencia durante cinco días, a partir del 30 de marzo todo lo que ocurra en la casa nómada y en su contexto: movimiento de gente, participación del público en el interior y exterior, mediante dos cámaras de seguridad, como experiencia de ser vigilado y observado.
La experiencia será expuesta en su totalidad sin editar, en tiempo real. Por lo tanto las 24 horas de cada día duraran 24 horas, con el objetivo de mostrar que no habra manipulación de contenido, como manifestación de denuncia frente a la vigilancia.
Recolección de vivencias e historias
Se entregara una tarjeta que contiene una parte en blanco con la intención de que sea escrita, dibujada o intervenida por el publico, y se pegara en las paredes del interior de la casilla
Habitar la casilla
La misma tendrá un habitante que habitara y pernoctara en la casa
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Conferencia debate: 31 de marzo a las 15 horas
28 de marzo. Emplazamiento: movimiento de la casa nómada, hasta paseo de las rosas
30 de marzo. Acción: traslado sobre trineo alredor de la Bahía Encerrada, regresando al punto inicial.
22 de abril. Traslado al barrio Felipe Varela.
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CONTEXTO HISTÓRICO, JUSTIFICACIÓN
Miguel Ángel Auzoberría*
Es significativa la recurrencia al nomadismo como forma de supervivencia en la región,
ayer lo fueron los pueblos primitivos, Mapuches, Tehuelches, Onas... Trasladándose de
una lado a otro en busca de alimentos, hoy existen nuevos cazadores recolectores.
La Patagonia desde su colonización hasta nuestros días ha sido un territorio a “ganar”,
a ocupar; y el primer impedimento ha sido la dureza del clima, el frío, el viento, la
nieve, de allí la necesidad de un cobijo que resguarde al hombre de los duros
inviernos, de las inclemencias del clima.
La madera y la chapa fueron los elementos más económicos y de fácil acceso, aparte
de permitir una construcción rápida para establecerse en los lugares mas inhóspitos.
Una vez establecidos, dedicados a la explotación intensiva la ganadería ovina, y con
todo el esplendor que las ganancias permitían, los nuevos reyes de la región
comenzaron a traer sus viviendas desde Europa, casas de noble madera que venían
desarmadas y provistas de un instructivo para armarlas, con los mejores lujos y
comodidades que la técnica de la época podía permitir.
Esas viviendas tan consideradas como patrimonio histórico y cultural en la región y tan
fotografiadas por turistas, son las viviendas de una época de oro, de buenos precios
de la lana, muchas ovejas y pocos habitantes.
Después están las casas mas humildes, hechas de estructura de madera, con cinc por
fuera y machimbradas1 por dentro...casas con base estilo trineo para permitir su
traslado de un lugar a otro, según la conveniencia del habitante o según el terreno hallado.
*Miguel Ángel Auzoberría,
Periodista, Historiador; Docente Investigador Universidad Nacional de la Patagonia Austral
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Aldo Enrici*
La geografía es conceptual. Un concepto desplaza el relato a través de la falencia de
la fijación en el terreno como una esencial brevedad de lo comunal. Todo lo comunal
es una carga pública a llevar pero que no llega al final por la razón de que no hay
vínculo entre la llegada y lo que se lleva para llegar.
Hay una escisión que se observa entre procesos de formación identitaria en la
ciudadanía, que acaba poniendo en cuestión, desde el punto de vista simbólico, los
procesos de constitución de los lugares asignados. Las acciones de la multitud se
tornan políticas cuando se apropian del espacio, establecen nuevas residencias y, en
esa movilidad, se constituyen en sujetos activos y libres o faltos de lugar. El lugar está
por dentro, como especula Didi Huberman a partir del arte de Penone: es como ser
cráneo. El continente del cráneo está dentro del cráneo. La tierra está dentro del hombre
Todos llevan la cultura afirmando su expulsión del universo, hasta hallar libertad. Algo
más importante que un terrón. Una acción de encontrar un nuevo lugar en el "no del
lugar", una máquina de fluir esperanza que no se puede detener puesto que avanza
según una modalidad conveniente que es el escalonamiento disminuyente de la
categoría de trabajo. Se puede estar sin trabajo, o comer sin trabajar o vivir sin vivir
trabajando, como fluido descendente que traspasa a los habitantes. Los habitantes se
movilizan entre lugares como trabajo, recurren a sus primeras instancias de
sobrevivencia antiquísimas como simples escurridizos grupos de recolectores ahora de
los sobrantes del packaring, no ya de la naturaleza, de la rama, los frutos caídos, sino
del envoltorio de la tecnología. El arte de reconocer fructuosa a la cáscara.
La obra empieza con la recuperación de tales excesos que se transforman en paredes
o techos de la vida sin lugar, cuya duración no es el límite de la sobrevivencia sino que
sólo se está cerca de un limite de la verdad. La tierra es para los que la recorren. En
esa situación se plantea un proyecto de dignidad que no tiene principio. No se sabe
cuándo ha comenzado ni cuánto durará. Se posee la sensación de que hay lugares que
se deslizan con los danzantes andarines.
*Aldo Enrici ; Docente Investigador Universidad Nacional de la Patagonia Austral
Argentina
Cabañas para turistas, Casas para gerentes y...
Casas Nómades para el pobre
Miguel Ángel Auzoberría*
Es significativa la recurrencia al nomadismo como forma de supervivencia en la región,
ayer lo fueron los pueblos primitivos, Mapuches, Tehuelches, Onas... Trasladándose de
una lado a otro en busca de alimentos, hoy existen nuevos cazadores recolectores.
La Patagonia desde su colonización hasta nuestros días ha sido un territorio a “ganar”,
a ocupar; y el primer impedimento ha sido la dureza del clima, el frío, el viento, la
nieve, de allí la necesidad de un cobijo que resguarde al hombre de los duros
inviernos, de las inclemencias del clima.
La madera y la chapa fueron los elementos más económicos y de fácil acceso, aparte
de permitir una construcción rápida para establecerse en los lugares mas inhóspitos.
Una vez establecidos, dedicados a la explotación intensiva la ganadería ovina, y con
todo el esplendor que las ganancias permitían, los nuevos reyes de la región
comenzaron a traer sus viviendas desde Europa, casas de noble madera que venían
desarmadas y provistas de un instructivo para armarlas, con los mejores lujos y
comodidades que la técnica de la época podía permitir.
Esas viviendas tan consideradas como patrimonio histórico y cultural en la región y tan
fotografiadas por turistas, son las viviendas de una época de oro, de buenos precios
de la lana, muchas ovejas y pocos habitantes.
Después están las casas mas humildes, hechas de estructura de madera, con cinc por
fuera y machimbradas1 por dentro...casas con base estilo trineo para permitir su
traslado de un lugar a otro, según la conveniencia del habitante o según el terreno
hallado.
Cuando llegué a vivir a Río Gallegos, en la década del ´70, me llamaba la atención ver
cada tanto un camión tirando una casa completa, arrastrándola de una punta a otra
de la ciudad.
Años mas tarde vi en Puerto Natales (Chile), a un grupo de turistas fotografiar
fascinados una situación similar.
En nuestra región de grandes extensiones de tierras en pocas manos, de pueblos
cercados por tierras fiscales o parques nacionales no queda mucha tierra para ofrecer;
el hombre que llega en busca de trabajo se ubica donde puede, construye su casa
como puede, pero dando respuestas a sus necesidades, que le brinde un buen abrigo
en primer lugar, que sea económica, que sea transportable, por si no puede hacerse
del terreno fiscal y lo desalojan o si por cuestiones del trabajo debe trasladarse.
La ocupación del territorio de la región siempre estuvo signada por decisiones del
Estado Nacional, desde allí se entregaron las grandes extensiones para la explotación
ovina, desde allí se adjudicaron los predios para la construcción de las ciudades. La
distancia y la burocracia hizo que todos los pueblos se ocuparan anárquicamente, pero
que ello haya ocurrido a finales del siglo XIX y principio del XX, vaya y pase, lo mas
grave es lo que sucede hoy en los albores del siglo XXI, donde Ushuaia es solo un
ejemplo que se reproduce al infinito.
Ushuaia cuando el progreso significa deterioro
Se reconoce como fecha de fundación de la ciudad el 12 de octubre de 1884, día en
que se inauguró la Subprefectura Marítima de la Tierra del Fuego, una decisión
tomada por el gobierno nacional, para contar con una presencia continua y activa en
el territorio. Así nace Ushuaia, enmarcada por la Bahía y los cerros que la rodean,
delimitando su espacio, su terreno, es decir sus limites.
El proceso de ocupación fue lento y se podría decir que bastante ordenado para la
escasa o nula orientación de las autoridades sobre la forma y los procedimientos mas
adecuados para una correcta utilización del espacio, de la manera de construir, etc.
Catorce años después el escritor Roberto J. Payro, transmitía en su libro “La Australia
Argentina”, una visión bucólica del pueblo, “Ushuaia se presentó enseguida, retratada
como la misión con la torrecita de su iglesia, los muelles, las embarcaciones, los
chalets y las casas, de cuyas chimeneas se escapaban ligeros humos, pronto
desvanecidos, en el lago inmóvil, duplicación del cielo” 2.
Todo fue muy tranquilo, lento y hasta despreocupado, durante los primeros 60 años
del siglo XX, hasta que en la década de los años ´70, se produjo la explosión
demográfica que llevó al crecimiento de la ciudad en forma acelerada, y por cierto
desordenada.
La sanción del la ley Nº 19.640 /77, de Promoción Industrial, atrajo grandes corrientes
de inmigrantes internos, muchos grupos de argentinos en busca de mejores
condiciones de trabajo se llegaron a la “isla”, como se denomina en el continente a
Tierra del Fuego, los grupos económicos poderosos llegaban para armar sus galpones
para producir al amparo de la exención impositiva que los favorecía; y la mano de
obra que llegaba para ofrecerse en la nueva meca del trabajo, en pocos días
conseguía ocuparse, pero lo mas difícil era ubicar donde vivir.
Entonces Ushuaia comenzó a crecer vertiginosamente ocupando de modo
desordenado la tierra vacante, las casillas o estas casas nómades, en definitiva estas
viviendas precarias, son el símbolo de un capitalismo que se esta extendiendo en el
territorio y estas viviendas nacidas como hongos después de una lluvia rodearán al
lugar donde esta el trabajo, donde esta la riqueza. Allí se establecen los que toman lo
que pueden., como en el pasado de los señores de la lana, con sus casas traídas de
Europa y gigantescos galpones de esquila, con peones hacinados en tristes
camarotes... hoy viven en casas de construcción rápida, luchando por un pedazo de
tierra, trepándose en los cerros, acomodándose donde se puede.
Mas allá de las crisis y los vaivenes de la industria electrónica de los ochenta, y de los
trágicos noventa, la ciudad nunca dejó de ser un polo de atracción; permanentemente
estuvieron llegando argentinos de provincias donde “la cosa esta peor, que en
Ushuaia”, porque si en la industria había poco trabajo, la belleza del paisaje siempre
iba dar lugar para el trabajo en el turismo.
Y paradójicamente este hacinamiento va en contra del paisaje, deteriorando la
naturaleza, la riqueza mas importante de la provincia. Pero ese crecimiento vertiginoso
tuvo un crecimiento exponencial después de la crisis del 2001 que vivió nuestro país.
Hace muy poco la periodista del diario Clarín, Matilde Sánchez, consignaba en un
artículo esta situación diciendo: “Debido a la inmigración desde 2001 Ushuaia vive un
estallido demográfico único y el boom turístico llevó los alquileres a la estratósfera. Un
recorrido por los últimos asentamientos revela mucho mas que un paisaje urbanístico
degradado.” (...) “El cerro la bolsita fue bautizado así por ser una zona muy ventosa a
donde van a dar bolsas plásticas sin dueño. En invierno estas se enganchan en las
ramas como patéticos farolitos.” 3
En definitiva son los restos de una sociedad de consumo, a la que lo único que le
interesa es ofrecer al turista “el paisaje virgen” que cada vez se esta contaminando
mas, como es el caso de “la reserva forestal de El Escondido a pocas cuadras del
centro, el bosque no dibuja el paisaje, sino un laberinto inflamable. Hace un año se
abrieron dos caminos entre los árboles y poco después cientos se habían instalado en
precarias chozas de telgopor que arden mas que la madera. Hoy viven 250 familias
llegadas de todo el país y de Bolivia.” 4
El hacinamiento de las viviendas convive con la esperanza de esa gente, que busca
mejorar su vida, con la posibilidad del trabajo; algo que me recuerda aquel poema de
Julio José Leite, el mayor poeta de Tierra del Fuego, cuando dice: “José Nemesio
Gallardo, esta machimbrando el vientre de su casa / Tres críos no fueron suficientes,
hay que hacer otro cuarto / La paty dispuesta como buena madre, como buena
hembra esta gestando la luz / Harto contentos los dos, él esta machimbrando el
vientre de su casa / Ella teje a la esperanza, sonríe en medio del barro / Ellos están
pariendo un pueblo a espalda de los funcionarios.5
La actividad turística y la construcción son las actividades que crecen
permanentemente; son 200 mil los visitantes que llegan en todo el año, 280 los barcos
que atracan en su puerto, el paisaje está, hay que ofrecer comodidad, entonces se
construyen cabañas para los turistas, casas para los gerentes y casillas nómades para
los obreros que deben trabajar rápido para dar respuesta al visitante.
Esa es la realidad de Ushuaia y de muchos pueblos más que en la Patagonia están
creciendo en forma explosiva en torno a la actividad del turismo o del petróleo... lo
significativo es que ya sabemos, porque nos ha ocurrido en otros tiempos, que sucede
con esos crecimientos atados a una actividad económica; cuando a las empresas las
cuentas no les cierran se van y solo queda la desolación, ¿habremos aprendido? O
repetiremos hasta el infinito siempre los mismos errores.
*Miguel Ángel Auzoberría,
Periodista, Historiador; Docente Investigador Universidad Nacional de la Patagonia Austral
Dentro de fuera.
Aldo Enrici*
La geografía es conceptual. Un concepto desplaza el relato a través de la falencia de
la fijación en el terreno como una esencial brevedad de lo comunal. Todo lo comunal
es una carga pública a llevar pero que no llega al final por la razón de que no hay
vínculo entre la llegada y lo que se lleva para llegar.
Hay una escisión que se observa entre procesos de formación identitaria en la
ciudadanía, que acaba poniendo en cuestión, desde el punto de vista simbólico, los
procesos de constitución de los lugares asignados. Las acciones de la multitud se
tornan políticas cuando se apropian del espacio, establecen nuevas residencias y, en
esa movilidad, se constituyen en sujetos activos y libres o faltos de lugar. El lugar está
por dentro, como especula Didi Huberman a partir del arte de Penone: es como ser
cráneo. El continente del cráneo está dentro del cráneo. La tierra está dentro del hombre
Todos llevan la cultura afirmando su expulsión del universo, hasta hallar libertad. Algo
más importante que un terrón. Una acción de encontrar un nuevo lugar en el "no del
lugar", una máquina de fluir esperanza que no se puede detener puesto que avanza
según una modalidad conveniente que es el escalonamiento disminuyente de la
categoría de trabajo. Se puede estar sin trabajo, o comer sin trabajar o vivir sin vivir
trabajando, como fluido descendente que traspasa a los habitantes. Los habitantes se
movilizan entre lugares como trabajo, recurren a sus primeras instancias de
sobrevivencia antiquísimas como simples escurridizos grupos de recolectores ahora de
los sobrantes del packaring, no ya de la naturaleza, de la rama, los frutos caídos, sino
del envoltorio de la tecnología. El arte de reconocer fructuosa a la cáscara.
La obra empieza con la recuperación de tales excesos que se transforman en paredes
o techos de la vida sin lugar, cuya duración no es el límite de la sobrevivencia sino que
sólo se está cerca de un limite de la verdad. La tierra es para los que la recorren. En
esa situación se plantea un proyecto de dignidad que no tiene principio. No se sabe
cuándo ha comenzado ni cuánto durará. Se posee la sensación de que hay lugares que
se deslizan con los danzantes andarines.
Es posible identificar cierto tipo de pretensión de verdad y de habituamiento con el
mundo como referente de un movimiento hacia dentro. Moverse hacia dentro lleva a
crear espacio sin crear lugar. Todo movimiento hacia fuera es un deslizamiento hacia
fuera de sí; una de relaciones narrativas que implica la interacción de personajes,
lugares y acontecimientos dentro de un solo relato, como el eco de un vacío que se
acaba de crear. El lugar va “a-lugarándose”, como si dentro del “no” hubiera
posibilidad de estar. El sentido de un espacio estaría en combatir el lugar para el cual
fuera dispuesto. Espacio sin lugar, lugar sin espacio.
Para muchos no hay una posibilidad de lugar. Entonces el espacio ha de hacerse fuera
de lugar, en otro lugar del lugar, como en un “dentro del fuera”. En el verdadero
espacio, que corre como restregado por los lugares sin llegar a ser un lugar sino “un
dentro”. No es asequible estar dentro del fuera de lugar. Hay que dejarse sacar de
lugar para ver lo dentro espacial que no tiene obligación de lugar. Una santa
interioridad. El concepto geográfico de dentro también sirve para el fuera. La exclusión
penetra y se hace un hueco.
*Aldo Enrici es docente e investigador de la universidad nacional de la patagonia austral. Argentina